La Sierra de Guadarrama está irremisiblemente unida a la literatura española y a sus grandes nombres. Durante décadas los municipios serranos vieron pasear por sus calles a los hombres y mujeres que hoy forman parte de la Literatura con Mayúsculas. Acudían huyendo de los calores estivales de la capital y atraídos por la belleza de los paisajes, haciendo de nuestra sierra, siquiera durante unos meses al año, la capital cultural de la España del momento.
Vicente Aleixandre y Miraflores de la Sierra… Miraflores y Aleixandre… forman un binomio indisoluble expresado así por el autor en su obra poética.
Vicente Aleixandre arribó a Miraflores un lejano verano de 1925 buscando salud, puesto que la suya era delicada, aire limpio, naturaleza y belleza, y allí encontró todo lo que buscaba. Y desde entonces en Miraflores pasó largas temporadas de curación y descanso que conjugaba con intensas lecturas y actividad poética.
En su fresco retiro, Vicente Aleixandre, iba recuperando su pulso vital, entonando su estado físico y preparándose para proseguir su obra. “En este pueblo, de tan bello nombre, que tiene por un lado la gracia y la delicadeza de las flores contempladas (Mira-flores) y por otro el poder y la fortaleza hermosa de sus montañas; y así su nombre completo: Miraflores …de la Sierra” escribió en 1961, cuando fue pregonero de sus fiestas.
De su amor por esta tierra y sus costumbres habla el poema dedicado a la vieja Olma de Miraflores (que no era Olmo sino Álamo) y el hecho de que el poeta pidiera antes de morir, que le llevasen unas hojas de su querido árbol. Este humilde deseo fue complacido y le llevaron a Madrid unas semillas y unas ramas de su querido árbol. Se da la casualidad de que poco después de fallecer el poeta, la olma, huérfana de poesía, también nos dejó.
En el centro del pueblo quedaba el árbol grande.
Era una Plaza mínima, pero el árbol viejísimo
la desbordaba entera.
Todo dormía, y vigilante alzaba
su grandeza el gran álamo.
Diez hombres no rodearían su tronco.
¡Con cuánto amor lo abrazarían midiéndolo!
Abuelo siempre vivo del pueblo, augusto por edad y presencia.
El pueblo está en la escarpa de una sierra.
Arriba la Najarra. Abajo la llanura, con una sed enorme de perderse,
El árbol: un álamo negro, un negrillo, como allíse nombra.
El álamo “Vamos al álamo”. Estamos en el álamo…”
Este domingo 23 de octubre os proponemos seguir los pasos del poeta Vicente Aleixandre por Miraflores de la Sierra, uno de sus lugares más queridos. A partir de un paseo poetizado a cargo de dos actores, recordaremos la poesía de Aleixandre y visitaremos sus rincones favoritos.
A partir de 3,5€ y precio especial para grupos.
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