La naturaleza siempre acaba sorprendiéndonos. Su riqueza y sus matices son tantos y diversos que nos invitan una y otra vez a descubrirlos, volverlos a ver y mostrarlos a quienes nos acompañan por primera vez. Cuando esta experiencia se realiza de noche, la vivencia se enriquece aún más. La naturaleza nocturna es prácticamente desconocida para nosotros y supone el encuentro de una sorpresa tras otra.

Los sonidos, el silencio, la presencia de los astros, el fresco de la noche…y la tranquilidad de atravesar sendas capitaneadas por expertos que conducen al grupo hacia los lugares aptos para disfrutar de paisajes, que tanto cambian a la luz de la luna; especialistas que interpretan las constelaciones y profesionales que saben exactamente a qué ave corresponde ese arrullo…

El pasado 23 de septiembre disfrutamos de una de estas rutas. El día anterior llovió con fuerza en la sierra y nos encontramos con varias cancelaciones de última hora, así que el grupo se redujo a 6 personas. Aún así fuimos adelante con la propuesta, la salida quedó garantizada, prioritario en nuestro modo de actuar y no hay más que ver la foto para sentirnos satisfechos de que se habían cumplido las expectativas. Disfrutemos de la noche en la sierra, ¿por qué no?.