Como anfitriones de la Sierra de Guadarrama, nos encanta nuestro hogar y estamos muy orgullosos de él, de nuestros pueblos, de nuestras gentes alegres y hospitalarias, de nuestros bosques y nuestra naturaleza, de nuestra arquitectura, de nuestra historia que hunde sus raíces en tiempos remotos y por supuesto de nuestra rica gastronomía, así como de todas las manifestaciones de nuestra cultura.
Pero quizá, si hay algo por lo que esta parte del Sistema Central es especial y única, de una incomparable belleza que ha inspirado a innumerables artistas a través de los siglos y atrae a miles de personas a visitarla, quizá sea, además de todo lo anterior, por la grandeza y majestuosidad de sus montañas.
Su fuerza telúrica, la energía que desprenden, su innegable belleza, es algo que los que vivimos aquí sentimos dentro de nuestra piel. Algo que es difícil de explicar a la gente que nos pregunta por qué seguimos viviendo aquí cuando nos vemos obligados a bajar a Madrid a ganarnos el pan de cada día.
Las montañas a lo largo de la historia y a través de toda la geografía terrestre han transcendido su lugar físico para convertirse en un lugar sagrada, morada de los dioses en las más diversas religiones y cosmogonías.
El sagrado Monte Fuji en Japón, símbolo del país. El sagrado Kailash tibetano, hogar de Shiva. Tai Shan, la montaña sagrada China. Uluru, lugar sagrado para los aborígenes australianos, en occidente más conocida como Ayers Rock. En el monte Sinaí se le apareció Jahvé a Moisés para entregarle las Tablas de la ley. En el Monte Olimpo habitaban los dioses de la antigua Grecia. Desde el monte Arafat emitió Mahoma el sermón de despedida a los musulmanes, lugar obligado de peregrinación anual para millones de ellos. Los montes Ol Doingo Lengai y Kilimanjaro en Tanzania, sagrados para los Masai, a este último le llaman «casa de Dios» en su lengua nativa. La Torre del Diablo en Wyoming en un lugar sagrado para los Sioux, los Cheyén y los Kiowa. Al igual que el volcán Kilawea para los hawaianos. Machu Picchu era, además de un palacio, un santuario religioso. El monte Chirripó es el hogar del Dios Sibú, según la cosmogonía Bribri en Costa Rica. Lugares sagrados son también Sorte, en Venezuela o el Cerro Uritorico en Argentina. Sin salir de nuestro país tenemos Tindaya y el Teide como lugares sagrados y venerados desde la antigüedad, así como los Picos de Europa, adorados por los antiguos celtas, morada de su Dios Vindius y Montserrat, lugar sagrado hoy en día donde se acude a venerar a su famosa virgen.
Aquí en nuestra querida Sierra de Guadarrama también tenemos unas magníficas y majestuosas montañas que, sin duda tienen algo mágico, algo especial. Un poder de atracción que es difícil explicar con palabras pero que mucha gente puede llegar a sentir.
De entre todas estas grandiosas montañas se nos ha ocurrido preguntarnos ¿Cuáles son las más especiales? ¿Qué montañas son las más emblemáticas de todas? y queremos contar contigo para que nos ayudes a responder a esta pregunta.
Desde aquí, queremos establecer una clasificación, que no tendrá un rango oficial pero sí el gran valor de la participación popular de todos y todas los que valoramos, respetamos, admiramos y en definitiva, amamos estas montañas, vivamos aquí o no.
Pretendemos contabilizar todas las opiniones que se hayan dejado en los comentarios de Facebook para publicar. Contarán todas las opiniones desde que se publica este artículo hasta las 12 de la noche del Domingo 4 de Marzo y la clasificación resultante se publicará durante la semana posterior a las votaciones.
Nos gustaría que, si os apetece, además de dejar vuestra clasificación, nos contarais el por qué de la misma, qué os mueve a votar una montaña y no otra. Si queréis también podéis dejar alguna foto que tengáis de vuestra montaña favorita para que la gente pueda apreciarla en toda su belleza.
Entre todos los participantes que dejen su comentario se sorteará una visita guiada gratuita a la Fábrica de la luz de Cercedilla para dos personas o, si lo prefiere, el descuento de su valor en otra actividad que elija de las incluidas en la página de la Central de Reservas de la Sierra de Guadarrama.
Para romper el hielo ahí va nuestra clasificación:
En tercer lugar, la bella e imponente Maliciosa.
Su imagen ha sido reproducida en innumerables ocasiones y desde los más diversos lugares y pueblos de la Sierra. Crea un marco incomparable al Valle de la Barranca y tiende un puente hacia la Pedriza.
Llamada La Maliciosa por lo mal que se porta con aquellos que pretenden coronar su cima. Su orografía escarpada, su elevado desnivel y la mala climatología que suele tener su cumbre, no ponen fácil poder alcanzar sus 2.227 metros, ya que sus alturas, de roca viva, suelen estar atacadas por el viento y el sol, el agua, la nieve y el hielo.
En segundo lugar, se encuentra la inconfundible silueta de Siete Picos.
Separando dos pueblos, dos provincias, dos comunidades autónomas e incluso, hasta no hace mucho tiempo, a las dos Castillas, seguro que ha servido de referencia a todos aquellos que querían pasar de una meseta a otra desde tiempos anteriores incluso a la calzada romana que se halla muy cerca de sus cumbres.
También conocida como la Sierra del dragón por su forma que asemeja las duras escamas puntiagudas que este animal mitológico tiene en su espalda, a pesar de no llegar a la altura de la Malicosa y ser tan imponente, la elegimos en segundo lugar por lo que para nosotros es su incomparable belleza.
Crea un precioso marco en su parte madrileña tanto para el pueblo de Cercedilla que se encuentra en su falda, como para Los Molinos y Guadarrama, desde dónde se distingue perfectamente pero también su bella silueta se puede distinguir desde Valsaín o La Granja e incluso desde Segovia, justamente reconocida como Patrimonio de la humanidad.
Solamente dos de sus Siete Picos tienen nombre. El séptimo, el más oriental y muy poco conocido, el más pegado al Puerto de Navacerrada, se conoce popularmente como Pico Somontano, en honor a un miembro de la Sociedad Alpina Garabandálica, quien, junto con Herreros, diseñó su famosa senda. Este pico tiene la mayor altura de esta cumbre, con 2.128 metros. El primero, el más conocido es Majalasna, cuya toponimia nos remitiría a la majada de la asna, aunque tiene también su propia leyenda del rapto de una princesa.
A este pico, los numerosos vascos que vinieron a cortar madera de estos bosques le llamaban «Aurre», que significa el primero, el adelantado, y daría nombre a la pradera de Navarrulaque y al Aurrulaque, marcha anual en que se concentran los amantes de la sierra de la parte madrileña y segoviana y que ha servido para reivindicar lo que hoy es el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
En primer lugar de nuestra clasificación se encuentra Peñalara.
No sólo es el pico más elevado de toda la Sierra de Guadarrama, con sus imponentes 2.428 metros. Es la belleza de la laguna grande que forma en su falda en forma de circo glaciar, es su historia, reconocido ya desde 1.930 como sitio especial de Interés Natural, lo que sería el germen del actual Parque Nacional. Son sus humedales reconocidos como zona Ramsar, el equivalente a una ciudad patrimonio de la humanidad. Sus lagunas, la belleza de su entorno, la increíble fauna que allí habita, con hasta 10 especies de anfibios en su escaso territorio más que en todas las islas británicas, por ejemplo. Son sus tupidos y excepcionales bosques de Pino Silvestre que alojan a innumerable fauna salvaje, entre ella a las más grandes rapaces que se pueden ver. Es su importancia en el desarrollo del senderismo, en todos los deportes de invierno, sus preciosas rutas. La belleza de su cumbre, son muchas cosas las que nos hacen elegir este lugar como la montaña más emblemática de toda la Sierra.
Peñalara, algunos dicen que el origen de su nombre proviene de la «Peña del Ara», el ara sacrificial en donde se llevarían a cabo sacrificios de animales para congraciarse con los dioses antes de la llegada de los romanos, algo similar a lo que la mayoría de la gente conoce como la «Silla de Felipe II» en El Escorial, y que ya ha sido confirmado por la arqueología como un altar de sacrificios del pueblo prerromano de los Vetones.
Aunque las versiones más aceptadas indican que su nombre vendría de «Penna» y «Lara», cuyos términos significan cabeza y llanura, sería algo así como cabeza llana o cabeza plana haciendo referencia a la forma de su pico. O también que vendría de la Casa de Lara, una de las familias castellanas más importantes durante la Edad Media y que da nombre en ese comarca a otra elevación con el mismo nombre.
Sea como fuere, por todo lo anteriormente reseñado, porque sirve de puente entre toda esta parte de la Sierra y toda la parte de los Valles de la Angostura y del Lozoya, porque es el recorrido dónde acaba el maravilloso trayecto en tren del eléctrico de Guadarrama y por otras razones subjetivas, consideramos que esta es la montaña más emblemática de toda la Sierra.
¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo con nuestra clasificación? ¿Con poner estas montañas en este orden? Quizá tu pondrías otras ¿Abantos, El Yelmo, La mujer muerta? ¿Cuáles? ¿En qué orden? Esperamos tus respuestas.
Peñalara, sin duda la primera.
Siete Picos, la segunda.
Maliciosa, la tercera.
Gracias Nuria, por tu buena elección.
Esta sería mi clasificación:
1.Peñalara
2.Maliciosa
3.El Yelmo
Siete picos son magníficos pero los considero una cadena de varias y creo que El Yelmo, a pesar de su humilde altura, es un emblema para montañeros y escaladores, merece un puesto entre los tres primeros
Gracias Margarita, por tu elección.